Valencia siempre contó con un empleo seguro para desarraigados y gente de paso. Los sectores con más demanda de trabajo eran la agricultura y el sector hostelero. El campo siempre ha necesitado de temporeros para la recolección de la naranja o del arroz y, para este tipo de trabajo no se necesita preparación ni experiencia alguna. La evolución de la sociedad y el boom inmobiliario de finales de los 90 tuvo como consecuencia el abandono de la agricultura y la migración hacia la construcción.
El sector de la construcción demandaba personal para las mismas obras y para la industria que retroalimenta este sector. Pero, con el pinchazo de la burbuja inmobiliaria y las complicaciones provocadas por la crisis mundial del 2008-2009, la creación de nuevos puestos de empleo quedó paralizada, es más: los despidos irrevocables y, la deslocalización y ruina de las empresas provocaron el mayor nivel de desempleo de los últimos años.
En estos momentos es difícil trabajar en Valencia. Nuestro consejo para aquellos que quieran pasar una temporada en estas tierras es que prueben suerte en el sector turístico. A partir de abril empiezan los contratos de camareros, vendedores, pinches de cocina, barmans, limpiadores, animadores, etc, del sector hostelero veraniego. El trabajo es duro: horarios nocturnos e intensivos, pero se saca dinero (si es que la crisis nos deja alzar cabeza).
Muchos establecimientos cuelgan carteles ofreciendo trabajo. También están las ETT (empresas de trabajo temporal). Existen buscadores de trabajo por Internet como Infojobs y Laboris. A nivel institucional, el SERVEF, es el servicio valenciano que gestiona ofertas de empleo.
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